La salud de las calculadoras en el sistema educativo español
En la revista CASIO NEWS entrevistamos a Onofre Monzó, presidente de la FESPM. En esta entrevista explicaba que la educación matemática en España tiene una suerte desigual.
En ella relata como el gran parte del profesorado español está al nivel de los principales países pero que su intención es hacer crecer aún más su formación en todas las etapas educativas. Pero los resultados finales no solo dependen del profesorado, decía.
Hay variables que no controlan, decía, como que las editoriales elaboren libros de texto con criterios empresariales en vez de pedagógicos, o como la influencia de la política en las leyes educativas. Hacía hincapié en que hacía integrar a los actores más importantes en el proceso educativo: los profesores.
En el caso de las calculadoras, subraya el presidente de la FESPM, la enseñanza no universitaria hay un amplio consenso, tanto nacional como internacional, de que su uso mejora los procesos de enseñanza-aprendizaje. Explica el caso de la prohibición del uso de calculadoras gráficas en las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) en muchas comunidades autónomas, aunque en el currículo de bachillerato es preceptivo su uso.
¿Por qué la calculadora es un buen recurso didáctico en la enseñanza?
El uso de calculadoras, explica Onofre Monzó, aporta mejoras respecto a las actitudes, puesto que favorece cualidades como la perseverancia, el ser sistemáticos, la independencia…
Su uso aumenta la confianza de los estudiantes en sus capacidades y conocimientos y conecta las matemáticas con la realidad.
Permiten ahorrar tiempo al encargarse de los cálculos rutinarios; así se puede liberar tiempo para trabajar los conceptos, los procesos y la modelización en el caso de las calculadoras gráficas, que es lo verdaderamente importante y significativo, analizaba Jordi Baldrich, profesor y ex coordinador para España de la División Didáctica de Calculadoras Casio durante 23 años, explicaba en la revista CASIO NEWS V.
Por tanto, la calculadora relaciona destrezas de cálculo mental, estimado y escrito; centrando la atención en la selección de las operaciones, liberando parte del tiempo que se dedica a la repetición.
El presidente de la FESPM finaliza explicando que los problemas se pueden resolver con datos más reales y se facilita la realización de investigaciones. Unificando ciertos procedimientos y favorece estrategias como ensayo y error dirigido, generalizar o probar/demostrar.
El cambio metodológico influirá en cómo se imparte las clases y el contenido
Cualquier cambio en el ámbito educativo es lento, sobre todo cuando afecta a aspectos relacionados con la metodología de trabajo en el aula.
Hay que dejar claro que las matemáticas no son solo “cuentas”, decía Jordi Baldrich. La enseñanza actual de las matemáticas no es tan rígida, no se circunscribe sólo a trabajar memorísticamente los algoritmos más tradicionales.
Al incorporar nuevos recursos no podemos seguir haciendo lo mismo, por lo que algo tendríamos que cambiar en la metodología de trabajo en el aula, explicaba Agustín Carrillo de Albornoz, de la Universidad de Córdoba en la revista CASIO NEWS III.
Cuando el recurso que deseamos incorporar son las calculadoras aparecen nuevos elementos de debate como que el alumnado no aprende matemáticas si las utiliza o que se olvida el cálculo mental si su uso se hace de forma prematura, o que teniendo ordenadores ya no hacen falta las calculadoras.
Por último, el profesor de la UCO, se centra en el caso de la calculadora gráfica, la cual supondrá cambios en el desarrollo de los contenidos y también en la forma de trabajo en el aula tanto para el profesorado como para el alumnado. Requisitos que necesitan de un compromiso administrativo tanto económico como formacional.
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